Vivir con menos te hace más rico

Vivir con menos te hace más rico

Vivir con menos te hace más rico Suena a tieso, ¿verdad? Seguro que te estás descojonando de la risa. Hay mucha filosofía minimalista en esto, pero no te acaba de entrar del todo. ¡No lo entiendo! Y eso que te han regalado el último libro de moda para alinear los chacras. Los meses pasan y…


Vivir con menos te hace más rico

Suena a tieso, ¿verdad?

Seguro que te estás descojonando de la risa. Hay mucha filosofía minimalista en esto, pero no te acaba de entrar del todo.

¡No lo entiendo!

Y eso que te han regalado el último libro de moda para alinear los chacras.

Los meses pasan y lo único que sabes a ciencia cierta es que no levantas cabeza. Vamos…, que no llegas a fin de mes ni de coña.

Y ahora vengo yo con este rollo; que vivir con menos te hace más rico.

Entiendo tu enfado, pero estoy seguro de que no te has parado a mirar en tu interior para comprender como es la energía cósmica que todo lo puede.

Nos levantamos todos los días por dinero. Dispuestos a poner cara de imbécil absoluto mientras atiendes a los clientes de tu jefe. Que casualmente a él, eso de vivir con menos no le entra en la cabeza.

A estas alturas de la conversación ya no podemos engañarnos más sobre esto. ¡Somos gilipollas! y encima queremos pensar que vivir con menos nos hace más rico.

Pues si. Tengo que decirte, que el dinero no es la solución a todos nuestros problemas, pero, sin dinero estamos heridos de muerte. ¿Fácil de entender?, y sobre todo de sentir. ¿Conoces esa sensación a mediados de mes, en donde cuentas hasta los granos de arroz?

¿Y eso?

¿Cómo puede ser?

Si yo no gasto.

No creo que salir todos los fines de semana a comer y a ponerme tibio a base de gin-tonic influya en mi economía.

Los domingos siempre estoy en casa viendo Netflix con alguna pizza o menú del McDonald’s que pido a domicilio.

¡Me lo merezco! ¡joder!

Trabajo duro aguantando carcelariamente mi jornada laboral. Es lo único que he conocido, y no sé si en realidad quiero cambiar.

Me jode currar y no tener un duro, pero seguro que algún día me toca algo en la lotería y cambia mí suerte.

Por eso, que seguiré siendo un tieso. ¿Para qué quiero más de lo que tengo?, si ya me siento rico y agradecido por todo lo que nunca tendré. ¿Ya sabes?, no quiero corromper mi alma.

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