Mujer enfadada jugando a videojuegos

Cómo controlar la ira: una perspectiva estoica

Cómo controlar la ira: una perspectiva estoica. La ira es una emoción humana natural que todos experimentamos con más frecuencia de lo deseado. La ira puede ser una emoción destructiva si no se controla.

En esta nueva entrada vamos a ver que proponían los estoicos desde su perspectiva para controlar la ira.

¿Alguna vez has sentido ira? ¿Te has sentido furioso, frustrado o enfadado? Si es así, no estás solo. La ira es una emoción humana natural que todos experimentamos con más frecuencia de lo deseado.

Sin embargo, la ira puede ser una emoción destructiva si no se controla. Puede conducir a comportamientos impulsivos y dañinos, tanto para nosotros como la gente que nos rodea. Los estoicos sabían controlar la ira desde una perspectiva novedosa en su tiempo que aun perdura en la sociedad actual.

En este artículo, vamos a explorar «la ira desde una perspectiva estoica«. Los estoicos eran una escuela filosófica que nace en la antigua Grecia. Esta escuela creía que la felicidad se alcanzaba viviendo una vida virtuosa.

Qué nos dicen los estoicos sobre cómo controlar la ira

Según los estoicos, la ira es una emoción que surge de la creencia de que algo es injusto. Cuando creemos que alguien nos ha hecho daño, nos sentimos enojados porque creemos que no merecemos ese trato. Es esa creencia de pensar que nos dañan a conciencia lo que nos mete en un bucle mental sin control.

Los estoicos creían que la ira era una emoción irracional. Afirmaban que no podemos controlar lo que otros hacen, pero sí podemos controlar cómo reaccionamos a ello. Esto es una gran enseñanza si sabemos escuchar. Tenemos que poner distancia emocional entre lo que nos sucede y nuestra reacción inmediata a ese suceso.

“La ira es una enfermedad del alma.” Séneca

Por lo tanto, la clave para controlar la ira es cambiar nuestra forma de pensar. Debemos aprender a aceptar que las cosas no siempre salen como queremos. También debemos aprender a perdonar a los demás, incluso cuando nos han hecho daño. Aunque esto es difícil de aceptar, solamente tenemos que retroceder al pasado para recordar alguna situación incomoda generada por una reacción desorbitada.

Aquí van algunas recomendaciones estoicas para controlar la ira.

Cómo controlar la ira. Domina tu ira. maneja tu ira.

1.- Identifica la raíz de tu ira

¿Qué es lo que te está haciendo sentir enojado? Una vez que entiendas la raíz de tu ira, podrás empezar a trabajar en ella. La calidad de tus pensamientos y la predisposición al cambio son fundamentales para generar esa distancia emocional y no reaccionar como un energúmeno.

2.- Pausar antes de actuar

Cuando te sientas enojado, tómate un momento para calmarte antes de decir o hacer algo. Respira profundamente varias veces si te cuesta no reaccionar como un resorte. Recuerda que aquí esta la clave para empezar a controlar tu ira.

3.- Pon las cosas en perspectiva

A menudo, la ira se basa en una percepción distorsionada de la realidad. Tómate un momento para pensar en la situación de forma objetiva. Si trabajas tus pensamientos, nada puede dañarte.

4.- Empatiza con los demás

Intenta ver la situación desde el punto de vista de la otra persona. ¿Por qué pudo haber hecho lo que hizo?

Muchas veces nos faltan datos para comprender algo que a priori nos ha ofendido mucho, pero que cuando recibo toda la información siento vergüenza por mi comportamiento.

A modo de conclusión:

Controlar la ira es una habilidad que requiere práctica. Sin embargo, con esfuerzo, podemos aprender a gestionar esta emoción de forma saludable.

No importa si en algunos momentos sentimos que no avanzamos, lo importante es ser conscientes de que esta ira sale cuando no queremos y que tenemos la intención de controlarla. Esto, seguro que nos da la suficiente fuerza para ganar en esta dura batalla que se produce en nuestra mente.

¿Quieres aprender a controlar la ira? Empieza por aplicar estas pequeñas recomendaciones.
También puedes leer más sobre filosofía estoica si quieres obtener más información de cómo gestionar tus emociones.

Recuerda: si te sientes superado no dudes ponerte en manos de un profesional.

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