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5 consejos para eliminar hábitos perjudiciales

Los hábitos perjudiciales, como fumar, beber y comer en exceso, pueden causar muchos problemas de salud, personales y laborales.

Hoy vamos a analizar 5 consejos para eliminar hábitos perjudiciales.

Los hábitos son comportamientos que se repiten de manera regular y automática. Pueden ser buenos o malos, y en consecuencia tener un impacto significativo en nuestras vida.

Los hábitos perjudiciales, como fumar, beber y comer en exceso, pueden causar muchos problemas de salud, personales y laborales.

Eliminar un hábito perjudicial puede ser un desafío, pero es una meta alcanzable. Con esfuerzo y dedicación, puedes cambiar tus malos hábitos y mejorar tu vida.

1.-Identifica el hábito perjudicial que quieres eliminar

El primer paso es identificar que hábito quieres eliminar. Es recomendable trabajar en un sólo hábito a la vez.

Modificar o eliminar un hábito perjudicial requiere tiempo y entrega.

Si llevamos 20 años comiendo mal, fumando y bebiendo más de lo recomendable, no podemos intentar cambiar todo esto a la vez y de un plumazo.

Eliminar un mal hábito requiere concentración y dar pequeños pasos en la dirección correcta.

2.-¿Qué sucede antes y después del hábito perjudicial ?

Tenemos que analizar que es lo que pasa antes y después del hábito perjudicial.

¿Tomamos unas cervezas siempre después del trabajo?

¿Nos gusta fumar cuando estamos en compañía?

¿Vamos al supermercado sin una lista de la compra, y como consecuencia compramos todas las cosas que se nos antojan?

¿Todas las tardes con el café me apetece un trozo de bizcocho?

Esto es a lo que se le llama encadenar hábitos perjudiciales. Hacemos algo, e inmediatamente nuestro cerebro nos exige una recompensa que hemos estado alimentando durante años.

Si por costumbre, al salir del trabajo hemos estado tomando cervezas sin control, un cambio en este comportamiento no va ser fácil sin una buena estrategia.

Poner el foco en los activadores de los hábitos perjudiciales nos da un gran poder e información para contrarrestarlos.

Seguro que nunca hemos llegado a esta reflexión. Para nosotros todas estas situaciones siempre han sido normales.

3.-Marcate micro metas alcanzables

Una vez que hemos detectado esos activadores que nos empujan hacía el hábito perjudicial, el siguiente paso sería restarles protagonismo.

¿Cómo lo hacemos?

Por ejemplo, si después del trabajo siempre me voy a un bar con compañeros a tomar unas cervezas.

Puedes imponerte un día a la semana para ir directamente a casa y no beber alcohol ese día.

De forma progresiva vamos añadiendo un día más, hasta completar la semana.

Una planificación realista, nos ayuda a revertir este hábito poco saludable.

Por otro lado, es de vital importancia no ponérselo fácil a ese hábito perjudicial.

Si queremos dejar de comer dulces, no compremos dulces cada vez que vamos al supermercado. Reduce su exposición.

Recuerda, que es mejor tardar unos años en cambiar esas costumbres que tanto nos daña, a permanecer durante décadas sin hacer nada por cambiar esos hábitos perjudiciales.

«El éxito es ir de fracaso en fracaso sin perder entusiasmo.» Winston Churchill

4.-Analiza y mide tus logros

Una vez pongamos en marcha nuestro método para vencer a un hábito que nos perjudica, el siguiente paso para cerrar el circulo sería medir nuestros logros.

Recuerda, que lo importante es avanzar en la dirección correcta.

De nada sirve hacer un cambio muy radical en nuestra rutina si no podemos mantenerlo en el tiempo.

Analiza cada semana, si estas cumpliendo lo que te has propuesto cambiar.

Si fallas durante el proceso, no te desanimes. Comienza donde lo dejaste al día siguiente.

5.-Date tiempo para eliminar los hábitos que te perjudican.

Todos estos cambios, siempre van a ser poco a poco. No estamos preparados para un cambio de información tan radical, por lo menos la mayoría de los mortales.

No se puede forzar a nuestra mente.

A la menor señal de estrés producido por estos cambios, nuestra mente más primitiva nos devolverá nuevamente a los hábitos perjudiciales.

Conclusión

Cambiar un hábito perjudicial no es tarea fácil. La clave es utilizar la constancia a fuerza de repetición.

Reprogramar nuestra mente, para cambiar ese hábito que tanto mal nos ha estado haciendo durante años.

No decaigas en tu empeño. Al igual que introdujiste un hábito perjudicial a base de repetirlo, seguro que puedes eliminarlo o sustituirlo por un hábito que te beneficie.

«Siempre parece imposible hasta que se hace.» Nelson Mandela

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